jueves, 30 de abril de 2009

Aportes Latinoamericanos a la Teoría de la Comunicación

APORTES LATINOAMERICANOS A LA TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN DE:
ANTONIO PASQUALI (1929- )
Nacido en Venezuela, estudió Filosofía en la Universidad Central de Caracas, doctorándose en filosofía en La Sorbona de París (1957). Amplió estudios en las universidades de Oxford y Florencia. Catedrático de filosofía moral y comunicación social en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, en la Facultad de Humanidades y Educación, orientó su acción investigadora y formativa hacia el fenómeno de la comunicación y de los medios. Está considerado como uno de los introductores en América Latina del pensamiento de la comunicación que subyace en las fuentes teóricas de la Escuela de Fráncfort. Asesor y consultor internacional en materia de comunicación y medios. Creador del Centro Nacional Audiovisual del Ministerio de Educación (1958), del Departamento de Estudios Audiovisuales de la Escuela de Periodismo (1960) y del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) de la Universidad Central de Venezuela (1974). Miembro del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y coordinador del Proyecto RATELVE sobre política de la radiotelevisión pública (1974-78). Fue subdirector general de UNESCO para el sector de la Comunicación. Premio Municipal de Literatura 1990 (Caracas). Fundador del Comité por una Radiotelevisión de Servicio Público (RTSP). Doctor 'honoris causa' por las universidades Central de Venezuela y Cecilio Acosta del estado Zulia (Venezuela).Entre sus libros: Comunicación y cultura de masas, Monte Ávila, Caracas, 1963; Sociología e comunicaçao, Editora Vozes, Petrópolis, 1973; Comprender la Comunicación, Monte Ávila, Caracas, 1978; Comprender la comunicación, Ed. Arte, Caracas, 1979; Comunicación y Cultura de Masas, Monte Ávila, Caracas, 1990; La comunicación cercenada. El caso Venezuela, Monte Ávila, Caracas, 1990; Bienvenido Global Village, Monte Ávila, Caracas, 1997; Del Futuro: hechos, reflexiones, estrategias, Monte Ávila, Caracas, 2002.
El aporte de pascuali sugiere que el ser humano desarrolla la capacidad de comunicar en grado máximo, y que son los únicos entes capaces de presentar comportamientos comunicacionales y sociales, de transmitir y recibir intelectual y sensorialmente son los seres racionales, (los seres humanos) los cuales poseen lo que Pascuali denominó el "con-saber" de la conciencia de la co-presencia de ambos para que se de la comunicación, (el saber que existen dos presencias, la del "otro" y la propia), que interactúan simétricamente, tratando de acondicionar la voluntad de entendimiento mutuo, es lo que se denomina diálogo. Expresa que "No hay "comunicación" ni relaciones dialécticas de otro tipo con la naturaleza y la materia bruta" en este caso sólo existe una "relación monovalente" o una "relación de información", donde los mensajes emitidos no tendrían retorno mecánico, ya que los participantes presentan un bajo coeficiente de comunicabilidad. De modo que lo contrario de esta comunicación es la bivalente la cual se entiende que quien transmite puede recibir y quien recibe debe poder transmitir. La comunicación ocurre cuando hay "interacción reciproca entre los dos polos de la estructura relacional (Transmisor-Receptor)" realizando la "ley de bivalencia", en la que todo transmisor puede ser receptor, todo receptor puede ser transmisor. "Es la correspondencia de mensajes con posibilidad de retorno mecánico entre polos igualmente dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad".
El diálogo se sustituye aquí por la alocución, por el camino unidireccional y sin retorno del mensaje. En coherencia con todo ello, propone sustituir el concepto de ‘teoría de la comunicación’ por el ‘teoría de la información’, con una clara distinción entre las vertientes cibernética y antropológica del denominador teórico o conceptual. Para Pascuali, la teoría matemática de la información cobra sentido cuando se reconoce entidad cognitiva al receptor.


Pascuali afirma que en realidad no es correcta la denominación de medios de comunicación de masas, porque no hay en el proceso que describen bivalencia, simetría, diálogo. Se trata de medios de información, con un coeficiente de comunicabilidad bajo. Los medios no sólo cosifican al receptor, sino que producen sobre él un efecto paralizante, ya que le restringen su posibilidad real de la información, con un coeficiente de comunicabilidad bajo. Los medios no sólo cosifican al receptor, sino que producen sobre él un efecto paralizante, ya que le restringen su posibilidad real de la comunicación, su capacidad de intervención. Entre los medios y la sociedad se da una relación de mutua ‘inmanencia dialéctica’, resultando que el nivel cultural de una sociedad dada está relacionado con el papel que juegan los medios, de modo que cuando el nivel cultural es más bajo el efecto de aquellos sobre la sociedad resulta mayor. E insiste en que no se puede suplantar el fenómeno antropológico de la comunicación por el espacio de los medios, ya que se trata de una ‘aberrante reducción’. En muchos aspectos, especialmente en su concepción de las ‘industrias culturales’, su crítica a la prevalencia mercantil en los procesos mediáticos, la crítica a las doctrinas funcionalistas norteamericanas, etc., el pensamiento de Pascuali está relacionado con la Escuela de Fráncfort, pero, no obstante, al trazar sus argumentos desde la realidad latinoamericana, incorpora las nociones de dependencia, aboga por el desarrollo de políticas nacionales, cree en el uso de los medios como instrumentos de modernización y proyección pedagógica, al tiempo que analiza, con criterios teóricos innovadores, el fenómeno de la acción comunicativa desde vertientes antropológicas, económicas, culturales y políticas. Ya en sus primeros textos, en los años 60, Pascuali hace aproximaciones a un análisis crítico del emisor, por entender que sus intereses, sus vinculaciones económicas, su ubicación en las estructuras de poder condicionan el mensaje transmitido. Sin duda, una pauta y precedente para muchos de los análisis económicos del sistema de medios en América Latina de la siguiente década. Orienta sus investigaciones hacia el estudio de los medios audiovisuales y relaciona su propiedad y los intereses de los emisores con la producción de contenidos, de modo que esa relación mercantil aparece como una fuerza paralizante de la innovación social y de la creatividad cultural. Para evitar esos efectos perversos, propone el desarrollo de políticas activas que eviten que el contenido de los medios afecte los procesos de modernización y progreso social y que, en todo caso, se antepongan los intereses sociales a los de los "mercaderes en el templo". Televisión y cine deben adquirir un cierto carácter pedagógico, especialmente en las naciones sometidas a dependencias económicas y con retardos en el desarrollo cultural. Adscrito al grupo de académicos en torno a los cuales se discurre el llamado 'pensamiento latinoamericano de la comunicación', su recorrido teórico es de los que mayor personalidad propia tiene y conecta, en gran parte de su obra, con las corrientes internacionales del pensamiento crítico comunicacional de la segunda mitad del siglo XX.
MODELO LINEAL DE PASQUALI:
La comunicación es lineal porque "la comunicación se dirige hacia adelante y al hecho de que no puede hacerse retroceder una palabra ya emitida" DANCE. Las conductas observadas y expresadas en el pasado, no se puede transformar en el futuro, si fue una comunicación positiva o negativa, tendrá las mismas características sin evolucionar en el tiempo, porque se consideren la comunicación situándola en el momento don- de lo que ya se ha expresado no se puede cambiar.
En los procesos de comunicación humana intervienen diferentes elementos que hacen posibles que la comunicación se ejecute, a través de los órganos eferentes-aferentes de la sensibilidad humana, (vista oído, habla, tacto, etc.) generando el mensaje y otro ente natural que ejecuta el papel de receptor y de decodificador final en una comunicación directa.


Mario Kaplún (1923-1998)
Nació en la Argentina, de padres rusos de confesión judía, se exilió a Uruguay en 1952. Convertido al catolicismo, mostró fuertes convicciones dentro de la corriente de la teología para la liberación y se entregó a la educación y la comunicación como expresión de sus creencias de transformación de la realidad latinoamericana. En 1962 comenzó la producción del programa radiofónico Cristianos sin censura, al que siguieron otros de gran popularidad en distintas naciones de América Latina como El Padre Vicente, diario de un cura de barrio, emitido entre 1969 y 1973, o Jurado número 13, entre 1971 y 1973. Algunos programas fueron traducidos a lenguas indígenas como el quéchua y el aymara. En 1978, durante la dictadura militar uruguaya, se exilió a Venezuela, donde permaneció hasta 1985 y fue coordinador del área de comunicación del área del Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP), con una intensa labor en pro de la comunicación popular y la educación. En 1985 regreso a Uruguay y participó en la creación la que más tarde sería Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República. Dictó cursos de posgrado en varias facultades de Comunicación de Brasil, Colombia y Venezuela, así como en el Centro Superior de Capacitación en Radio de CIESPAL/Radio Neerlandés de Quito. Frente a los modelos de comunicación unidireccional, Kaplún buscó sentido a la interacción de las audiencias, dotando al receptor de capacidad de diálogo, crítica y constructiva. Su gran referente continental fue el pedagogo Paulo Freire y de la combinación de las acciones comunicativas y pedagógicas surge la idea de la "educomunicación" y "educomunicador". Autor de de numerosas ediciones pero su pasión El radioteatro el cual era el género popular del momento. "En ese entonces no hablábamos de comunicación sino que nos comunicábamos", explica el sacerdote jesuita Manuel Olivera, con quien Mario establecería más tarde una relación muy significativa tanto en el plano de su vida personal como profesional. La innovación consistió en poner contenido sustancioso en el radioteatro, sin dejar de lado el carácter entretenido del género.
Kaplún vivió esos tres primeros años de radio como una "aventura fascinante" y un aprendizaje intenso del oficio, pues en un contexto de transmisiones en vivo y posibilidades técnicas básicas, debía escribir dos guiones por semana, dirigir actores, coordinar técnicos, ensayar, ambientar y salir al aire. Desde el inicio de su carrera cuestionó el modelo de comunicación unidireccional privilegiado por los mass-media, pero no lo hizo teorizando sino generando procesos que, desde los propios medios, potenciaran al destinatario al punto de transformarlo en emisor. Más tarde haría uso del término "emirec" -del neologismo francés acuñado por Jean Cloutier, "émeréc"- para reforzar la idea de que todo ser humano tiene la condición y aptitud necesaria para ser emisor y receptor en un mismo proceso.
Sin embargo no todo era radio educativa en la vida de Mario en los ‘40. Tradujo el Teatro completo de Antón Chejov (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1950). Y seleccionó y transcribió 20 canciones populares rusas para canto y piano (Buenos Aires: Ricordi Americana).
Además del centro Pedro Fabro, el núcleo ideológico fundamental que inspiró el trabajo desarrollado por Kaplún fue Paulo Freire. Las ideas de Freire sobre la educación liberadora o transformadora iluminaron como antorchas los programas radiales y televisivos que Mario y sus colegas empezaban a realizar, así como las actividades de comunicación popular que iniciaron más tarde. Tomar en cuenta estas teorías implicaba crear un mecanismo de trabajo distinto, basado más en preguntas que en respuestas: el énfasis de la comunicación estaba puesto en el proceso mismo, y no en los contenidos o en los efectos.
Por otra parte, favoreció este sistema dialógico y grupal de trabajo la preponderancia de los regímenes militares de América Latina. En esas circunstancias, la única posibilidad que tenían de hablar claro era en los grupos, y a los grupos no se podía ir con conferencias, sino con dinámicas dialógicas. No querían ser el profesor que enseña y el grupo que aprende, querían que cada integrante fuera activo; necesitában crear líderes.
Por otra parte, Célestin Freinet constituyó también una fuente de inspiración pedagógica temprana para Mario. El maestro francés de educación popular cuestionó en la década del ’20 el modelo de enseñanza memorística y mecánica, mediante el desarrollo de una pedagogía que tomaba en cuenta la realidad socio-económica y cultural del educando y promovía el aprendizaje como construcción colectiva. Cabe señalar que hacia el final de su carrera como educador y comunicador, Mario verificaría su afinidad con las corrientes pedagógicas constructivistas, y más concretamente con el psicólogo suizo Jean Piaget y su idea de aprendizaje como proceso autónomo de descubrimiento personal; con el psicopedagogo estadounidense Jerome Bruner que, inspirado a su vez en Piaget, promovió la idea de aprendizaje como proceso que se construye mediante la exploración y la praxis; y con el psicólogo y lingüista ruso Lev Vygotsky, que profundizó el concepto de aprendizaje como proceso social en tanto el sujeto aprende en la interacción con los otros.
Así fue que, partiendo de estos núcleos de inspiración fundamentales –El Centro Fabro con Segundo, Freire con su sistema educativo liberador y Freinet con su idea del saber como construcción social-, Mario empezó a sistematizar la educación desde los medios, manteniendo siempre como uno de los ejes fundamentales de su desarrollo la búsqueda religiosa. (Conviene aclarar que "religión" en el caso de Mario Kaplún no es la religión del dogma o el templo, sino de la acción, de la vida).
A finales de los ‘60 Mario Kaplún pudo realizar series de programas radiales para toda América Latina. Empezó por El Padre Vicente –Diario de un cura de barrio (1969-1973), siguió por Jurado No.13 (1971-1973) y, más tarde, hizo Tierra de Muchos. Sin duda, las dos primeras fueron sus más exitosas propuestas de radio educativa.
Pero de todos los proyectos radiofónicos, Jurado No.13 obtuvo el mayor éxito. El punto de partida fue el primer premio ganado en un concurso organizado por la fundación Humanum. Producciones SERPAL de Múnich se entusiasmó con la idea y propuso a Mario -y a su compañera y colega Ana- viajar por América Latina para documentar las diversas realidades del continente; ese registro sería la materia prima del programa. La serie, que incluía veinte temas repartidos en sesenta programas, acabó siendo emitida en más de seiscientas emisoras y traducida a varias lenguas; en algunos países fue incluso estrenada muchos años después de su realización y en otros fue repuesta varias veces. En 1973 ganó el premio mundial UNDA-Sevilla y el Tulipán de Plata del certamen "Kom Over de Brug" (holandés) para producciones del tercer mundo. Mario Kaplún se convirtió en el único comunicador radiofónico que tuvo sus radioteatros en toda América Latina.
Los programas, que se venían haciendo en América Latina desde hacia años, adoptaban un tono discursivo, moralista, vertical, aburrido. Con la producción de El Padre Vicente y Jurado No.13, Mario rompe con esos esquemas convencionales y demuestra que se puede aplicar el pensamiento educativo de Paulo Freire -la educación liberadora- a los programas de radio. Programas que aun en estos tiempos no han sido superados todavía por otros radialistas.
Al tiempo que documentaba las realidades de los diversos países para Jurado No.13, Mario inició su primer proyecto formal de investigación, con el apoyo de SERPAL y su red de colaboradores.
Paralelamente, la preocupación por volver emisores a los receptores de mensajes llevó a Mario a diseñar y aplicar en el ‘77 el método Casete-Foro, un "programa de investigación-acción", cuyo objetivo principal era hacer del proceso comunicacional un diálogo intergrupal, un proceso real de ida y vuelta, y volver a los receptores más críticos y participativos. El modelo permitía al destinatario no sólo recibir el mensaje sino también responder y dialogar, e implicaba además una dimensión de intercambio intergrupal que favorecía la condición de co-emisores de todos los participantes: El grupo recibía material sobre un tema puntual en un lado de la cinta; en el otro lado grababa su propio aporte; al final recibía una nueva grabación con la síntesis de los aportes de todos los grupos. La primera experimentación fue hecha con agricultores uruguayos. Estas prácticas con grupos populares permitieron a Mario diseñar también el método Lectura Crítica de Medios, que aplicaría formalmente más adelante.
Mario publicó Producción de programas de radio: el guión, la realización (Venezuela, 1978), un texto que aborda de manera exhaustiva el proceso de producción de mensajes radiofónicos en los diversos formatos, con la particularidad de presentar al comunicador radiofónico como un educador no-formal con una gran responsabilidad en los procesos de desarrollo. El texto focaliza no solo el cómo hacer radio, sino también el para qué, en el marco de una pedagogía del medio radial que resalta la potencialidad educativa del medio.
En 1980 ingresó en el Centro de Servicio de la Acción Popular (CESAP), una institución no-gubernamental en cuyo marco organizó la División de Comunicación y Cultura Popular. Desde allí, y junto a Ana, dictó cursos a grupos de base venezolanos sobre comunicación fotográfica, audiovisual y periodística, y también sobre teatro, aplicando una metodología de capacitación de comunicadores/educadores populares. Al poco tiempo la división puso en marcha los Talleres Latinoamericanos de Comunicación Popular, un proyecto que se sostuvo durante cuatro años y en cuyo seno se formaron más de cien comunicadores/educadores populares de dieciséis países de América Latina. Y en este sentido fue muy significativa fue la fundación de la Escuela Andina de Comunicadores Mario Kaplún, que por iniciativa de grupos egresados de los talleres de comunicación popular de esos años, ocurriera en Mérida a los pocos años, para sorpresa de Mario.
En el marco de estos talleres Mario pudo aplicar formalmente el método de Lectura Crítica que venía ensayando desde hacía un tiempo. El método se sustenta en la idea de que, para potenciar nuevos emisores hay que ejercitar la capacidad crítica en ellos, lo que implica enseñarles a decodificar cultural e ideológicamente los mensajes para que puedan analizarlos y tomar una postura. Paralelamente UNESCO encargó a Mario un estudio de las tendencias y estrategias de comunicación en la educación de adultos latinoamericanos, cuyos resultados fueron publicados en el texto Hacia nuevas estrategias de comunicación en la educación de adultos (Chile, 1983).
Cabe destacar que en esta etapa de su vida Mario empezó a viajar más frecuentemente como profesor invitado a diversas universidades de América Latina, además de dictar talleres para Radio Nederland, Training Center y para CIESPAL, en Quito. Y en el ‘85 publicó El Comunicador Popular (Quito, 1985), donde partiendo de los distintos tipos de pedagogías, analiza los modelos comunicacionales que de ellos se desprenden, en lo que el mismo autor denominó "primer intento de construir una pedagogía y una metodología de la comunicación popular". Kaplún refiere al concepto "comunicación" retomando sus dimensiones más primarias: parte de su raíz latina -"communis"- y propone recuperar el sentido más original, el que implica intercambio, diálogo, reciprocidad. "Definir qué entendemos por comunicación, equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir.
En esta etapa de su vida con base en Uruguay Mario no dejó de desarrollar actividades a nivel latinoamericano; entre otras, coordinó el Programa Latinoamericano de Comunicación Popular del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL) y fundó el boletín latinoamericano de comunicación popular: Pregonero. En 1987 realizó un estudio sobre la democratización de las comunicaciones en la perspectiva del año 2000, para UNESCO, que tomó por eje las condiciones socio-culturales de la recepción.
Antes de dejar la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Kaplún empezó a trabar junto a colegas de otras facultades de la Universidad en la fundación y puesta en marcha del programa universitario Aprendizaje y Experiencia -Apex-, con base en el barrio montevideano El Cerro, al que se mantuvo vinculado hasta el final de su vida. Una vez más combinó la actividad pedagógica con la investigación-acción en contextos comunitarios. Desde sus inicios Apex postula que la Universidad debe generar conocimiento mediante su proyección en el medio social, y en tal sentido propone aplicar modelos de enseñanza/aprendizaje multidisciplinarios que reúnan aprendizaje y acción en una interacción fluida entre la comunidad y los universitarios. La consigna es "aprender haciendo".
Paralelamente y también a pedido de UNESCO, siguió profundizando en el cruce de la Comunicación y la Educación, en la praxis. En 1990 llevó a cabo un estudio de casos de veinte programas de varios países latinoamericanos, cuyo resultado fue publicado más tarde bajo el título "A la educación por la comunicación: La práctica de la Comunicación Educativa" (Santiago de Chile: 1992). Allí propone pensar la educación desde la óptica de la comunicación -refiere a una "educación comunicante"-, articulando las teorías del aprendizaje a los procesos y modelos comunicacionales. Retoma el pensamiento de Freinet e insiste en el carácter social del saber. Y a partir del relato de sus propias experiencias, propone estrategias de uso de los medios masivos en favor de la educación de adultos, y en especial de grupos marginales.

ARMAND MATTERLAT (1936- )
Nacido en Bélgica, su infancia está marcada por la Segunda Guerra Mundial y por el posterior internado en un colegio religioso, donde adquiere conciencia del fenómeno misionero y de los movimientos de la juventud católica vinculados a los problemas de los países pobres. Al concluir sus estudios, viaja a Bretaña para unirse a una comunidad de monjes seculares, que deja un año después para estudiar en la Universidad Católica de Lovaina, donde cursa derecho y ciencia política. Con posterioridad se traslada a París, donde estudia en el Instituto de Estudios Demográficos que funda Alfred Sauvy, padre del concepto 'tercer mundo'. En 1962, en la universidad parisina, conoce a Michèle, su compañera sentimental e intelectual, con la que contrae matrimonio un año después. Al concluir sus estudios, recibe un nombramiento como experto del Vaticano en políticas de población, en un momento de interés sobre los problemas demográficos, presentes en la agenda de la Alianza para el Progreso del presidente norteamericano John F. Kennedy, que defendía la limitación de nacimientos. En 1962, viaja a Chile, destino que elige por su estabilidad y su estructura académica, pero allí se rebela contra los modelos de planificación familiar que estaban aplicando fundaciones como la Ford o la Rockefeller. Esto le lleva a reflexionar sobre las estrategias de comunicación para difundir la innovación, iniciando así, desde la demografía, una aproximación progresiva al estudio de la comunicación. Es en 1967, cuando los movimientos estudiantiles cobran una importancia excepcional en el país, en pleno gobierno Frei, abandona las juventudes católicas. Las protestas, que preceden al mayo francés del 68, fueron descalificadas desde el diario conservador El Mercurio, uno de los poderes fácticos del país. Esta circunstancia lleva a Mattelart a desarrollar su primer estudio en el campo de la comunicación, centrado en la estructura, estrategia constructiva y contenidos del diario de Santiago. Dejar la Universidad Católica para participar en la fundación de un Centro de Estudios de la Realidad Nacional de Jacques Chonchol, que será después ministro de Agricultura con Salvador Allende. Aunque no milita en ningún partido político, queda marcado por la revolución cubana, la muerte del 'Che' Guevara y el proyecto de Allende, en el que participó activamente, intentando pasar del plano teórico de las ideas a la acción transformadora desde la comunicación. En los Cuadernos de la Realidad Nacional, con fuerte influencia del estructuralismo, aborda diferentes aproximaciones a la comunicación en torno a la cultura de masas. En 1972, publica, junto a Ariel Dorffman, el libro Para leer el pato Donald, que se convierte en un best-seller crítico y que es censurado en EEUU. Le siguen otros títulos sobre el poder transnacional de las multinacionales y la cultura de masas. Tras el golpe militar de Augusto Pinochet, regresa a Francia, pero la experiencia chilena habrá marcado de forma determinante su vida y su pensamiento. Tiene 37 años y no ha publicado en francés. En principio trabaja en la película La espiral (1974) dedicada a la trama internacional que condujo a la caída de Allende, pero después va a atravesar un período difícil al verse en cesantía. Profesor invitado en la universidad parisina, se mantiene en esta situación durante cuatro años. Los sectores conservadores rechazan la renovación de su plaza y denuncian el matiz político de su colaboración con UNESCO en el período del nuevo orden mundial de la información y la comunicación (NOMIC). Tras la llegada de Mitterrand al poder se amplió la dotación de profesorado universitario, lo que facilitó el acceso de Mattelart a una cátedra en la Universidad de París VIII, donde centra su actividad académica, con una creciente proyección internacional, especialmente en América Latina y España, donde su prestigio es extraordinario Doctor 'honoris causa' por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey (México). Armand Mattelart encabeza el comité científico de Infoamérica. Tiene en su haber numerosas publicaciones en español y portugués algunas de las cuales son: Los medios de comunicación de masas. La ideología de la prensa liberal (con Michèle Mattelart y Mabel Piccini), Cuadernos de la Realidad Nacional, Santiago de Chile, 1970; Comunicación masiva y revolución socialista (con Patricio Biedma y Santiago Funes), Diógenes, México DF, 1971; La ideología de la dominación en una sociedad dependiente (con Carmen y Leonardo Castillo), Signos, Buenos Aires, 1970; Para leer al Pato Donald (con Ariel Dorfman), Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1972; Agresión desde el espacio. Cultura y napalm en la era de los satélites, Siglo XXI, México, 1972; La comunicación masiva en el proceso de liberación, Siglo XXI, México, 1973; Imperialismos y medios masivos de comunicación (con Ariel Dorfman y otros), Quinto Sol, México, s.d. [1973?]: La cultura como empresa multinacional, Era, México, 1974; Multinacionales y sistemas de comunicación, Siglo XXI, México, 1977;Frentes culturales y movilización de masas (con Michèle Mattelart), Anagrama, Barcelona, 1977; La cultura de la opresión femenina, Era, México, 1977; Comunicación e ideologías de la seguridad (con Michèle Mattelart), Anagrama, Barcelona, 1978; Los medios de comunicación en tiempos de crisis (con Michèle Mattelart), Siglo XXI, México, 1980; La televisión alternativa (con J.-M. Piemme), Anagrama, Barcelona, 1981; Comunicación y transición al socialismo. El caso Mozambique (ed.), Era, México, 1981); América Latina en la encrucijada telemática (Héctor Schmucler), Paidós, Buenos Aires, 1983; Tecnología, Cultura y Comunicación (con Y. Stourdzé), Mitre, Barcelona, 1984; ¿La cultura contra la democracia? Lo audiovisual en la hora transnacional (con Michèle Mattelart y X. Delcourt), Mitre, Barcelona, 1984; Pensar sobre los medios (con Michèle Mattelart), Fundesco, Madrid, 1987; La Internacional publicitaria, Fundesco, Madrid, 1989; La publicidad, Paidós, Barcelona, 1991; La comunicación-mundo. Historia de las ideas y de las estrategias, Fundesco, Madrid, 1994; Historia de las teorías de la comunicación, Paidós, Barcelona, 1997; La mundialización de la comunicación, Paidós, Barcelona, 1998; Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global, Paidós, Barcelona, 2000; Historia de la sociedad de la información, Paidós, Barcelona, 2002; Introducción a los estudios culturales (con Érik Neveu), Paidós, Barcelona, 2004; Diversidad cultural y mundialización, Paidós, Barcelona, 2006. La obra de Armand Mattelart en torno a la comunicación viene determinada por su experiencia chilena, allí comenzó su carrera universitaria en la Escuela de Sociología de la Universidad Católica de Chile, con sede en Santiago. Trabajó como demógrafo sobre la crítica a las políticas de control de la natalidad formuladas en el marco del programa Alianza para el Progreso del presidente de EEUU John F. Kennedy. En 1965, participó en varias reuniones como experto de una Comisión nombrada por el Vaticano sobre el tema. A partir de 1967 comenzó a trabajar para las Naciones Unidas como experto en desarrollo social y se dedicó al estudio de los medios de comunicación de masas. Con tal propósito, constituyó un grupo de investigación con Michèle Mattelart y Mabel Piccini en el Centro de estudios de la realidad nacional (CEREN), recién creada en la Universidad católica de Chile. Con el triunfo electoral de Salvador Allende, se dedicó al desarrollo de políticas de comunicación en ese país.
Junto a Michèle publica un primer trabajo: La mujer chilena en la sociedad de cambio. La posición del diario conservador El Mercurio ante los procesos de transformación social le lleva a su primer trabajo directamente relacionado con la comunicación. En 1972, destaca la publicación del libro Para leer al Pato Donald, escrito con Ariel Dorfman, sobre los mecanismos constructivos de modelos de pensamiento en el imaginario infantil, que alcanzó un extraordinario éxito. Poco después publica Agresión desde el espacio, que surge de la percepción creciente del poder transnacional de la comunicación en un mundo cada vez más interconectado. La orientación de este libro va a definir una serie de obras de Mattelart que se suceden hasta la publicación, en 1986, de Penser les médias (La Découverte, 1986), en las que el estudio económico de la comunicación -aproximándose al fenómeno de las multinacionales- y el determinismo tecnológico constituyen núcleos fundamentales. La influencia de las nuevas soluciones tecnológicas en el conjunto de las industrias culturales y en la reestructuración global de la sociedad se prolongan hasta América Latina en la encrucijada telemática (1983), texto escrito con Héctor Schmucler, y aflora asimismo en Comunicación y transición al socialismo. El caso Mozambique (1980) como "lecciones del mundo periférico para uso de los países europeos" o Televisión: enjeux sans frontières, junto a J.-M.Piemme ` [en español, La televisión alternativa (1981)]. Ya en Los medios de comunicación de masas. La ideología de la prensa liberal, Armand Mattelart plantea una crítica sistemática a la 'communication research' estadounidense. Sus referentes de las sociedades dependientes y el efecto de la transnacionalización de la cultura abonan ese cuestionamiento y otros posteriores. En Tecnología, cultura y comunicación, junto a Yves Stourdzé, denuncia las enormes carencias de la investigación en Francia acerca de estos campos, y en ¿La cultura contra la democracia? Lo audiovisual en la hora transnacional, escrito con Michèle y Xavier Delcourt, aborda la televisión transnacional que define las líneas claves de la cultura de la época. Sobre este punto había publicado varios trabajos de gran interés en sus primeros libros, como Agresión desde el espacio o Multinacionales y sistemas de comunicación, cuyo capítulo quinto, 'Las series de tele-educación norteamericana: calle de un solo sentido' plantea la presencia de funcionarios del Gobierno y de las multinacionales en los consejos directivos de los que nacen 'Barrio Sésamo' y 'The Electric Company', toda vez que su objetivo, no ocultado, es modificar la educación tradicional, transnacionalizar los valores de la cultura de masas y marcar una forma de consumir el tiempo libre; pero los países dependientes de estas series ahondan con ello en su desventaja con respecto a EEUU al estar financiando sus reformas educativas comprándoles las series de tele-educación. El punto de inflexión de Pensar sobre los medios le sirve para revisar, finalmente, la investigación teórica en torno a la comunicación, con sus determinismos, tendencias y modas, contaminaciones y enfrentamientos. Mattelart reivindica la importancia de la reflexión epistemológica frente a los neopositivismos y la seducción tecnológica; y al proponer nuevas formas de investigación y pensamiento, establece la perspectiva para situar las rupturas y continuidades de un tiempo en el que los paradigmas han entrado en crisis y en el que han sufrido profundos cambios las relaciones de la clase intelectual con la producción cultural de masas. Unos años después, en 1996, publica, junto a Michèle Mattelart, una Historia de las teorías de la comunicación. A principio de los noventa, con La Internacional Publicitariay, más tarde, La Publicidad, plantea el creciente relieve adquirido por una publicidad que ya no se limita al spotsino que se extiende a toda la toma de decisiones al ser un elemento determinante de los sistemas de comunicación, y por tanto en la transnacionalización de éstos. El sector de la publicidad se convierte en uno de los interlocutores poderosos en el entorno de la comunicación y de ahí la expansión transfronteriza desde Estados Unidos. Este enfoque se complementará con La mundialización de la comunicación (1996) donde analiza cómo las redes de comunicación están reconfigurando el orden mundial de modo que la globalización -él prefiere el término latino mundialización- está asociada a sus flujos. La internacionalización de raíz decimonónica, sin embargo, ha quedado cada vez más vinculada al plano económico provocando un creciente desfase entre la razón mercantil y las culturas. Durante el último decenio del siglo XX, Armand Mattelart publica una trilogía de amplia perspectiva, extraordinario alcance enciclopédico y una desacostumbrada profundidad intelectual -La comunicación-mundo. Historia de las ideas y de las estrategias (1993), La Invención de la Comunicación (1994) e Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global (1999)- en la cual revisa cómo se han sucedido los proyectos e ideas internacionalistas o mundializadores, desde las comunicaciones, la religión, el imperialismo, el cosmopolitismo, la Sociedad de Naciones o la cultura de masas, sobre todo con las utopías del XVIII y el XIX orientadas a una perfecta comunicación social como imaginario fundamental de los tiempos modernos. Ya en el presente siglo, aborda una de sus preocupaciones frente al debilitamiento de la reflexión crítica y el progresivo sometimiento de la investigación en comunicación a los intereses industriales. Con Erik Neveu publica Introducción a los estudios culturales (2004), un texto crítico sobre las derivas de los estudios culturales. También destaca la profundización del pensamiento del autor en el ámbito de la diversidad cultural, como nueva faceta argumental del pensamiento crítico frente a los procesos de globalización de matriz estandarizadora y exclusivamente mercantilista, como se advierte en Diversidad cultural y mundialización (2006). Su última obra, aparecida en septiembre de 2007, La globalisation de la surveillance. Aux origines de l'ordre securitaire (Paris, La découverte), aborda las nuevas orientaciones surgidas después del 11-S relativas a un orden seguro, independiente de las matrices que dan sustento a los valores de la cultura democrática.
Actualmente es Profesor catedrático en Ciencias de la Información y de la Comunicación en la Universidad de Paris VIII (Vincennes-Saint Denis). Ha mantenido estrechos contactos con varios centros sociales y universidades de Latinoamérica adonde viaja frecuentemente. La mayoría de sus libros ha sido traducida al castellano.


Jesús Martín-Barbero (1937-)
Nacido en Ávila, España, en 1937, y vive en Colombia desde 1963. Estudió Filosofía y Letras en la universidad católica de Lovaina, Bélgica, donde se doctoró en 1971, y Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París. Director del Departamento de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), donde permaneció entre 1975 y 1995. Entre 1995 y 2002 ejerció la docencia en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, en Guadalajara, México. Ha sido profesor visitante de las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Barcelona, Standford, Libre de Berlín, King's College de Londres, Puerto Rico, Buenos Aires, Sao Paulo, Lima, etcétera. En 2003, obtuvo la nacionalidad colombiana. Doctor 'honoris causa' por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) y por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia). Ha sido presidente de la ALAIC (Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación), miembro del Comité consultivo de la FELAFACS (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social). Es miembro del Comité científico de Infoamérica. Ha publicado los siguientes libros: Comunicación masiva: discurso y poder, Ciespal, Quito, 1978; Comunicación educativa y didáctica audiovisual, SENA, Cali, 1979; Introducción al análisis de contenido, Incisex, Madrid, 1981;De los medios a las mediaciones, G. Gili, Barcelona. 1987;Comunicación y culturas populares en Latinoamérica, G. Gili, México, 1987; Procesos de comunicación y matrices de cultura, G. Gili, México, 1989; Televisión y melodrama, Tercer Mundo, Bogotá, 1992; Communication, Culture and Hegemony, Sage, London, 1993; Dinámicas urbanas de la cultura, en: Comunicación y espacios culturales en América Latina, Bogotá, Cátedra UNESCO de Comunicación Social, Pontificia Universidad Javeriana, 1994; Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación y sus contextos, Univalle, Cali. 1995; Proyectar la comunicación (con A. Silva). Tercer Mundo, Bogotá, 1997; Mapas nocturnos, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 1998; Medios, Cultura y Sociedad (con Fabio López), CES/Univ. Nacional, Bogotá, 1998; Los ejercicios del ver. Hegemonía audiovisual y ficción televisiva (con Germán Rey), Gedisa, Barcelona, 2000.
Su análisis de la cultura como mediaciones, el estudio de la globalización desde la semiología, la función alienante de los medios locales y particularmente la función de las telenovelas en Latinoamérica son algunos de sus aportes. Ha sido una de las figuras centrales de la intelectualidad crítica contemporánea del subcontinente junto a autores como Néstor García Canclini, Ángel Rama, Carlos Monsiváis, Tomás Moulián o Beatriz Sarlo.
Su obra más relevante es De los medios a las mediaciones donde mira el otro lado del proceso de la comunicación llamado recepción, conformado por las resistencias y las variadas formas de apropiación de los contenidos de los medios. La comunicación se hace así cuestión de cultura, que exige revisar todas las vorágines de la mass media con el objetivo de “leer adecuadamente- y de manera crítica- las imágenes que se imponen sobre el texto o lo acompañan.”."
Recalca diferencias entre lo masivo y lo popular, dando paso a nuevas lecturas sobre este último concepto en la posmodernidad. De ahí se desprende una renovada crítica a la función de las élites en el aspecto cultural; de esta manera se vuelve a retomar la distinción de la tríada habermasiana entre modernización, modernismo y modernidad para explicar el éthos latinoamericano.

Néstor García-Canclini (1939- )
Nacido en Argentina en 1939. Estudió letras y se doctoró en 1975 en la Universidad Nacional de La Plata y, tres años después, con una beca otorgada por el Conicet, se doctora en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata (1966-1975) y en la Universidad de Buenos Aires (1974-1975). Desde 1990, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad Iztapalapa, donde dirige el Programa de Estudios sobre Cultura. Ha sido profesor visitante de diveras universidades, entre ellas las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo.Entre sus libros, traducidos a diversas lenguas, Arte popular y sociedad en América Latina, Grijalbo, México, 1977; La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte, Siglo XXI, México, 1979; Las culturas populares en el capitalismo, Nueva Imagen, México, 1982;¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, CLAEH, Montevideo, 1986; Cultura transnacional y culturas populares (ed. con R. Roncagliolo), Ipal, Lima, 1988;Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo, México, 1990; Cultura y Comunicación: entre lo global y lo local, Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, 1997; Culturas Híbridas Estratégias para entrar e sair da Modernidade, 2ª ed. Martins Fontes, São Paulo, 1998; Las industrias culturales en la integración latinoaméricana (con Carlos Moneta), Eudeba, Buenos Aires, 1999; La globalización imaginada, Paidós, Barcelona, 1999; Imaginarios Urbanos, 2ª ed., Eudeba, Buenos Aires, 1999; Consumidores e cidadaos. Conflitos multiculturais da globalizacao, Ed. UFRJ, 4. ed., Rio de Janeiro, 1999; Latinoamericanos buscando lugar en este siglo, Paidós, Buenos Aires, 2002.
García-Canclini ha sido uno de los principales antropólogos que ha tratado la posmodernidad y la cultura desde la perspectiva latinoamericana. Uno de los principales términos que ha acuñado es el de "hegemonía". Se trata de un concepto propio de cualquier ámbito, pero sobre todo de lo cultural, dando paso a lo que hoy entendemos por géneros híbridos, que son lugares de intersección entre lo visual y lo literario, lo culto y lo popular. Las "culturas hegemónicas", como las denomina, han sido “generadas por las nuevas tecnologías comunicacionales, por el reordenamiento de lo público y lo privado en el espacio urbano, y por la desterritorialización de los procesos simbólicos”. Un ejemplo de esto son los grupos musicales contemporáneos que mezclan o yuxtaponen corrientes globales como el pop con ritmos autóctonos o tradicionales.
En una de sus obras más conocidas, Consumidores y ciudadanos define al consumo como el conjunto de procesos socioculturales en los que se realizan la apropiación y los usos de los productos.


MIGDALIA PINEDA DE ALCAZAR
Migdalia Pineda de Alcázar Licenciada en Comunicación Social (1975). Mención Audiovisual. Universidad del Zulia (LUZ). Maracaibo-Venezuela. Doctora en Ciencias de la Información, Universidad Autónoma de Barcelona-España (1989). Fundadora y Directora por dos períodos del Centro de Investigación de la Comunicación y la Información de LUZ (CICI). (1997-2003). Profesora jubilada, titular e investigadora de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, desde 1975 hasta 2005. Profesora e investigadora activa del Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación de LUZ, desde 1994 hasta la actualidad, donde dicta clases en la Maestría de Comunicación Social y en el Doctorado en Ciencias Humanas.
Tiene en su trayectoria numerosas publicaciones que enuncian las corrientes teóricas de la comunicación y su influencia en la actualidad. Tiene mucha carrera y por ende mucha trayectoria. Puedo decir que esta mujer insigne de nuestros tiempos, venezolana ha contribuido a una investigación exhaustiva, entre muchas publicaciones mas, sobre todas las corrientes teóricas de la comunicación y presenta la revisión critica de las escuelas básicas (norteamericana, europea y latinoamericana) que han explicado el proceso de la comunicación a través de los viejos medios masivos (cine, prensa, radio y televisión). Por ser un estudio teórico, empleó la investigación bibliográfica y documental, que permitió el análisis histórico contextual de los aportes de cada una de las escuelas, pero también de sus limitaciones para explicar y entender los cambios ocurridos en la comunicación desde mediados de los ochenta debido a la revolución telemática. Entre otras publicaciones puedo mencionar el articulo que analiza el pensamiento científico positivo en la modernidad para abordar cómo los modos de conocer a través de las certidumbres científicas, ayudaron a conformar un pensamiento pragmático y objetivista. Posteriormente, aborda la post-modernidad como una época que inaugura unos modos de conocer mediante las incertidumbres, la subjetividad y las significaciones sociales, amparada en un nuevo paradigma tecnológico basado en el discurso de las redes, las comunicaciones y el pensamiento complejo. A partir de allí insiste en la necesidad de volver al pensamiento teórico, a la reflexión crítica, en el campo de las ciencias de la comunicación, para revisar sus bases , revertirlas y rescatar el lugar del sujeto y las relaciones del lenguaje en la producción científica en este campo.


Bibliografía:

  • A la educación por la comunicación. La práctica de la comunicación educativa. Santiago de Chile: UNESCO, 1992.
  • Comunicación entre grupos: El método del casete-foro. Ottawa: IDRC, 1984.
  • Diagnóstico social sobre América Latina. Las estructuras sociales, freno al desarrollo económico, Santiago de Chile 1963, 2 vols.
  • El comunicador popular. Quito: CIESPAL, 1985.
  • García Canclini, Néstor: Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. Grijalbo. México. 1995. p. 53
  • Nuevas estrategias de comunicación en la educación de adultos. Santiago de Chile: UNESCO, 1983
  • La educación para los medios en la formación del comunicador social. En colaboración con María Helena Hermosilla. Montevideo: FCU, 1987.
  • Los materiales de autoaprendizaje. Marco para su elaboración. Santiago de Chile: UNESCO, 1996.
  • Manual de análisis demográfico. Un ejemplo de investigación en un país latino-americano: Chile, Centro de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile 1964.
  • PASQUALI, ANTONIO. Comprender la Comunicación. Monte Ávila Editores. Caracas, 1.979. pp. 33- 63.
  • PASQUALI, ANTONIO. Comunicación y Cultura de Masas. Monte Ávila Editores. Caracas, 1.980. pp. 47-76.
  • Pineda M. Difusión Masiva: Modelos Verticales y Alternativos. Cuadernos de Comunicación Nº 1. ECS-LUZ. Maracaibo (Venezuela) 1986.
  • Prieto castillo, D. 1985. Diagnostico de la comunicación CIESPAL. Quito (Ecuador)

Tecnicas de Investigación

1.- La Observación de Campo
La observación en líneas generales se define como una técnica que consiste en observar atentamente el fenómeno, hecho o caso, tomar información y registrarla para su posterior análisis.La observación es un elemento fundamental de todo proceso investigativo; en ella se apoya el investigador para obtener el mayor numero de datos. Gran parte del acervo de conocimientos que constituye la ciencia ha sido lograda mediante la observación.Existen dos clases de observación: la Observación no científica y la observación científica. La diferencia básica entre una y otra esta en la intencionalidad: observar científicamente significa observar con un objetivo claro, definido y preciso: el investigador sabe qué es lo que desea observar y para qué quiere hacerlo, lo cual implica que debe preparar cuidadosamente la observación. Observar no científicamente significa observar sin intención, sin objetivo definido y por tanto, sin preparación previa.
Pasos Que Debe Tener La Observación

  • Determinar el objeto, situación, caso, etc. (que se va a observar)
  • Determinar los objetivos de la observación (para qué se va a observar)
  • Determinar la forma con que se van a registrar los datos
  • Observar cuidadosa y críticamente
  • Registrar los datos observados
  • Analizar e interpretar los datos
  • Elaborar conclusiones
  • Elaborar el informe de observación (este paso puede omitirse si en la investigación se emplean también otras técnicas, en cuyo caso el informe incluye los resultados obtenidos en todo el proceso investigativo)

Ahora bien la observación de Campo es el recurso principal de la observación descriptiva; se realiza en los lugares donde ocurren los hechos o fenómenos investigados. La investigación social y la educativa recurren en gran medida a esta modalidad.Históricamente la observación fue el primer método científico empleado, durante mucho tiempo constituyó el modo básico de obtención de la información científica. La observación, como método científico, nos permite obtener conocimiento acerca del comportamiento del objeto de investigación tal y como éste se da en la realidad, es una manera de acceder a la información directa e inmediata sobre el proceso, fenómeno u objeto que está siendo investigado.La observación estimula la curiosidad, impulsa el desarrollo de nuevos hechos que pueden tener interés científico, provoca el planteamiento de problemas y de la hipótesis correspondiente. La observación como método científico hace posible investigar el fenómeno directamente, en su manifestación más externa, en su desarrollo, sin que llegue a la esencia del mismo, a sus causas, de ahí que, en la práctica, junto con la observación, se trabaje sistemáticamente con otros métodos o procedimientos como son: la medición y el experimento. Por supuesto, para llegar a la esencia profunda del objeto se hace necesario el uso de los métodos teóricos.
Tanto en las ciencias sociales, naturales y técnicas la observación, como método científico, puede aplicarse de diferentes formas:

  • Observación simple: se realiza con cierta espontaneidad, por una persona de calificación adecuada para la misma y ésta debe ejecutarse, de forma consciente y desprejuiciada.
    v Observación sistemática: requiere de un control adecuado que garantice la mayor objetividad, realizándose la observación de forma reiterada y por diferentes observadores, inclusive para garantizar la uniformidad de los resultados de éste.
  • Observación participativa: en ella el observador forma parte del grupo observado y participa en él durante el tiempo que dure la observación.
  • Observación no participante: el investigador realiza la observación desde fuera, no forma parte del grupo investigado.
  • Observación abierta: donde los sujetos y objetos de la investigación, conocen que van a ser observados. Cuando se utiliza este tipo de observación se analiza previamente si el hecho de que los observados conozcan previamente que su conducta es observada, esto puede afectar los resultados de la observación. En caso positivo es necesario realizar la observación encubierta, cerrada o secreta.
  • Observación encubierta: las personas que son objeto de la investigación no lo saben. El observador está oculto, se auxilia con medios técnicos los que en la mayoría de los casos no son de fácil obtención. Esta investigación es más objetiva.
  • Organización de la observación. Está determinada por muchos factores como pueden ser: tipo de objeto sobre el cual se investiga, características personales del observador, métodos, procedimientos y técnicas que se requiere para la observación, de las propiedades y cualidades del objeto a observar, medios con que se cuenta para la observación y otros.
    Una vez tenido en cuenta todos estos factores, se elabora un plan de observación donde se precisa: objeto, magnitudes y variables a observar, tiempo de duración de la observación y el resultado esperado. A partir de esto se elabora un programa de observación, determinado por las interrogantes que tienen que esclarecerse mediante la misma


2.- Grupos Focales
La técnica de los grupos focales se enmarca dentro de la investigación socio-cualitativa, entendiendo a ésta como proceso de producción de significados que apunta a la indagación e interpretación de fenómenos ocultos a la observación de sentido común. Además, se caracteriza por trabajar con instrumentos de análisis que no buscan informar sobre la extensión de los fenómenos (cantidad de fenómenos), sino más bien interpretarlos en profundidad y detalle, para dar cuenta de comportamientos sociales y prácticas cotidianas.
Los grupos focales constituyen la recolección cualitativa de información basada en entrevistas colectivas y semiestructuradas realizadas a grupos homogéneos. Para el desarrollo de esta técnica se instrumentan guías previamente diseñadas y en algunos casos, se utilizan distintos recursos para facilitar el surgimiento de la información (mecanismos de control, dramatizaciones, relatos motivadores, proyección de imágenes, etc.). Generalmente los participantes se escogen al azar y se entrevistan previamente para determinar si califican o no dentro del grupo. Para determinar cuántos grupos se necesitan, primero es necesario recopilar la información pertinente, generar hipótesis del tema en estudio y continuar la organización de grupos hasta que la información obtenida este completa. El tamaño aceptable para un grupo focal ha sido tradicionalmente de ocho a diez participantes. Pero existe la tendencia hacia grupos más pequeños según el fin establecido; es decir, con los grupos grandes se obtienen más ideas y con los grupos pequeños se profundiza más en el tema.
En algunos lugares los grupos focales duran todo el día o medio día. Sin embargo, como regla general, el grupo focal no debería durar más de dos horas. Los participantes deberán sentarse de forma que se promueva su participación e interacción. Con esta técnica se obtienen respuestas a fondo sobre lo que piensan y sienten las personas.
Los grupos focales se utilizan para:
- Conocer conductas y actitudes sociales, lo que ayuda a relevar información sobre una temática.
- Obtener mayor cantidad y variedad de respuestas que pueden enriquecer la información respecto de un tema.
- Enfocar mejor una investigación o ubicar más fácilmente un producto.
- Obtener ideas para desarrollar estudios ulteriores.
Los grupos focales, como toda técnica, presentan ciertas ventajas y desventajas a la hora de relevar información.
Ventajas:
El ambiente de grupo puede entregar una atmósfera de seguridad, en la cual los participantes no se sientan presionados a responder cada una de las preguntas formuladas, pudiendo de este modo expresarse de una manera espontánea.
La flexibilidad que ofrece este ambiente grupal le permite al facilitador o moderador (entrevistador a cargo de la técnica) explorar otros temas relacionados a medida que van surgiendo. Como consecuencia, vemos que es posible que se genere en un período de tiempo corto una amplia gama de información.
Los resultados se encuentran disponibles con mayor rapidez para los miembros del proyecto.
La técnica promueve un proceso de comunicación colaborativa con los beneficiarios del proyecto y hace que el personal del mismo mejore sus habilidades para comunicarse.
La técnica de grupos focales es de bajo costo, de utilidad amplia y de capacitación simple.
Desventajas:
Los resultados no pueden trabajarse estadísticamente, puesto que los entrevistados no son representativos de la población total.
Los participantes pueden sentirse incómodos al discutir en grupo temas íntimos.
El que tiene mayor facilidad de palabra puede dominar la discusión grupal.
Los participantes tienden a estar de acuerdo, a coincidir con los demás integrantes del grupo, en lugar de expresar opiniones de la minoría.
Pensamos que la calidad de la información relevada mediante esta técnica depende, en gran parte, del trabajo realizado por los facilitadores, proporcionándonos algunas recomendaciones y técnicas que ayudan a obtener mejores datos durante la realización de las entrevistas.
a) Sustitución: Es un cambio en la presentación de la pregunta, usando algunas palabras diferentes, pero sin variar el sentido de la misma. El facilitador debe estar seguro de que la forma en que se formula la pregunta no sugiere en sí una contestación determinada.
b) Clarificación: Después de que la pregunta haya sido contestada por el participante, se puede repetir dicha respuesta a fin de clarificar o profundizar más en el tema.
c) Reorientación: Esta técnica ayuda a animar la discusión entre todos los participantes.
d) El experto: Es preferible que personas "especializadas" (autoridades, etc.) no asistan a las reuniones.
e) El que no participa: Para animar a un participante apacible, el facilitador debe dirigirse directamente a él utilizando su nombre y puede abiertamente solicitarle su opinión.
f) El participante dominante: Cuando en el grupo exista un participante dominante, el facilitador puede solicitar una participación más activa del resto.
Sugerencias1. La técnica de investigación focal debe realizarse con grupos homogéneos, tradicionalmente de ocho a diez participantes y la reunión no debe durar más de dos horas. 2. Se debe seleccionar un lugar donde los participantes puedan hablar en privado, evitando zonas ruidosas para que puedan ser escuchados por el moderador y el relator. 3. Es necesario seleccionar un lugar de fácil acceso a los participantes. 4. La discusión se debe conducir en forma de diálogo abierto en el que cada participante pueda comentar, preguntar y responder a los comentarios de los demás, incluyendo a los del facilitador.5. Todos los participantes deben sentarse a la misma distancia del moderador y dentro del campo de visión de los demás participantes.

3.- Análisis Semiótico
El estudio de la semiótica se remonta justo al momento en que el hombre tuvo la necesidad de descifrar los fenómenos de su entorno, así como las actitudes de los integrantes de su sociedad. De ahí nace la necesidad de aplicar los fundamentos de la semiótica en la investigación de mercados, para lograr una mayor certeza en el conocimiento de los consumidores en su conjunto.
Por tanto podemos definir la semiótica como la ciencia que estudia los signos. Este dato nos puede llenar de dudas al momento de investigar y entender qué es un signo, un ícono, una línea sintagmática o un código semántico, etcétera. Sin embargo, la semiótica es una actividad natural en los individuos, así como lo es socializar.
El ser humano es por naturaleza un generador de símbolos y, al mismo tiempo, un integrador de éstos en su vida diaria. Lo hace como si fuera una red que lo envuelve para llenar de sentido su realidad, lo cual le da la seguridad necesaria para expresar lo que desea que los demás perciban. Estos significados están ocultos bajo algún objeto o detrás de un gesto, un sonido o color. Al empaque en el que está guardado el significado le llamamos signo.
Las tipologías de los signos índices, íconos, símbolos de penden de la intencionalidad de éstos, así como su profundidad de significado.
El valor del análisis semiótico consiste en tener la sensibilidad de extraer del individuo el significado de esos signos. Claro ejemplo de lo anterior es cuando en el amor los obsequios y actitudes tejen una atmósfera de signos cuyo significado le da sentido a la existencia de los enamorados.
“Un signo es cualquier cosa que puede usarse para mentir, por lo que también puede usarse para decir la verdad: en realidad no sirve para expresar nada”, Humberto Eco.
¿Es el mismo abrazo?
El concepto de abrazo puede ser el mismo pero como signo, un abrazo puede ocultar distintos significados que necesitan ser revelados.
En realidad, ¿qué es lo que realmente nos interesa saber del consumidor?: ¿su estilo de vida?, ¿opiniones, motivaciones...? Todo se reduce a conocer el verdadero significado de por qué hace las cosas o por qué las deja de hacer.
El significado, entonces, hay que encontrarlo en los signos que intencionalmente el consumidor expone en su lenguaje y su persona, así como en los signos que involuntariamente deja escapar en su actitud.
Supongamos una fiesta, todos hemos ido a una donde la música motiva una actitud e, incluso, la bebida que tomamos expresa nuestro ánimo, lo mismo que la ropa que usamos. Todos estos elementos son signos que se unen a los del contexto
Después, en otro nivel de análisis semiótico, debemos entender cómo usamos estos signos intencionales en un mensaje en particular con relación a los demás y al espacio.
De ahí podemos pasar a un nivel más profundo de análisis en el que muchos signos dejan de ser intencionales para ser involuntarios, lo que nos da una mayor certeza de las motivaciones de los asistentes.
El análisis semiótico a primera vista parece caer en la obviedad; sin embargo, la sagacidad del analista se determina por su capacidad de tomar el objeto de estudio, separarlo y reestructurarlo en todos sus signos, sin restarles su certeza, para después darles la interpretación que respete el objetivo de la investigación.
¿Y eso para qué me sirve? Pues el análisis semiótico arroja lineamientos que gozan de un alto nivel de veracidad al provenir de lo dicho y lo no dicho por los consumidores dentro de su entorno real.
No hay que perder de vista que este análisis no es exclusivo de estudios sociales, sino que abre su campo de estudio prácticamente a todo lo que es comunicación, de ahí que dentro de la Escuela Estructuralista cuna del estudio semiótico formal se haya considerado a la semiótica como una ciencia arrogante de la totalidad.
En este punto, es conveniente explicar cómo la información de un análisis semiótico puede ayudar a la publicidad.
Un análisis semiótico es altamente veraz, ya que proviene de lo dicho y lo no dicho por los consumidores dentro de su entorno real.


4.- Análisis de Contenido
El análisis de contenido, por sus características de técnica desarrollada desde los inicios de las investigaciones sobre comunicación, se ha convertido, casi con exclusividad, en la forma de determinar la influencia que los medios de comunicación de masas ejercen sobre la conducta humana; y recurriendo a las definiciones de autores clásicos, por ende, a la forma de medir la influencia de la prensa, puesto que este medio es el que más se presta a ser investigado (su información viene en un soporte escrito, lo que permite un análisis sin necesidad de realizar una transcripción previa del material, es un medio que llega a millones de personas, y quizá, por último, posea un lugar privilegiado entre los investigadores que se interesan por la influencia y el cambio de conducta humana).
Analizar el contenido da un material es algo que realizamos todos, sin recurrir, por regla general, a ningún tipo de técnica específica. En concreto, con materiales escritos, lo normal es que, tras una lectura detallada de los mismos, cada uno trate de entresacar una serie de ideas, o de “vislumbrar” una sede de conceptos, que no están explícitos como tales en el texto, sino que se obtienen tras un proceso de abstracción y de elaboración. A veces, dicho proceso no es sino de “baja inferencia” (es decir, poco nos alejamos de la propia información), y nos limitamos a afirmar que existe un predominio de las frases cortas en la expresión, o que los temas 'preferidos' por un articulista determinado son los políticos, o que en tales anuncios de un producto dado predominan los tonos cálidos.
No obstante, el problema se plantea cuando la labor de analizar contenidos y extraer información partiendo del material recogido en un soporte específico, debe ser realizada científicamente, es decir mediante procedimientos fiables, válidos, y derivados de un cúmulo de nociones teóricas determinadas.
Por tanto en resumen el análisis de Contenido es “una técnica de investigación para la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido de la comunicación”. Es quizá esta idea de la cuantificación la que permite distinguir entre el procedimiento científico de aquel guiado por la intuición. Si se desea cuantificar, de forma objetiva y sistemática, tal y como propone Berelson, sólo queda una opción: crear un sistema de categorías, que inequívocamente permita codificar las diversas partes del mensaje en cada una de ellas; es decir, categorías que sean excluyentes entre sí, y pertinentes al análisis (que se refieran al objeto de estudio). Así, si conseguimos codificar adecuadamente el mensaje, gran parte del trabajo necesario para realizar una buena aplicación de la técnica habrá sido subsanado. Es quizá por esta razón por la que Cartwright (1953) comenta que “los términos análisis de contenido y codificación son intercambiables, refiriéndose ambos a la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa de una conducta simbólica”. Cartwright añade un dato más, a la hora de referirse a las conductas simbólicas, es decir, al contenido; de acuerdo con este autor se excluirían de su definición, por lo tanto, asuntos tales como el que un mensaje posea una determinada proporción de adjetivos calificativos, o de verbos. En relación con este último punto, no recomendable excluir esta posibilidad, si bien es cierto que de cara al interés del psicólogo, del sociólogo, del comunicólogo y del creativo, lo importante es el aspecto simbólico del mensaje, no lo que se dice o se describe, sino lo que representa, se da a entender, o se sobreentiende en dicho mensaje.
Dado que el análisis de contenido es útil para obtener información que no está directamente expresada en el mensaje, algunos autores han entendido que esta técnica está ligada a los aspectos de procesamiento de la información que el sujeto debe realizar para adquirir conocimientos sobre el mundo. Así, Paisley (1964) comenta cómo “es una fase del procesamiento de la información en la que el contexto de la comunicación es transformado a través de aplicaciones objetivas y sistemáticas de reglas de categorización en datos que puedan ser analizados”.
Objetivos de esta técnica

  • El análisis de contenido es una técnica, y como tal, sirve únicamente para la recogida de información. Como toda técnica es susceptible de estudiarse y perfeccionarse por sí sola, y aplicarse después a una u otra cuestión científica.
  • Debe reunir los requisitos de cualquier técnica de recogida de información. Como sistema de clasificación y codificación que es, debe cumplir con los requisitos de objetividad (es decir, no estar sujeto a varias interpretaciones en función de quién utilice el sistema), sistematización (es decir, se deben construir una serie de categorías idóneas para que el texto o mensaje analizado “encaje” en ellas) y relevancia social (acorde e importante con el problema de investigación). la objetividad y la sistematización, por otra parte, implican la exhaustividad, la representatividad, la homogeneidad y la pertinencia de las categorías que se creen y, habitualmente, el que estas categorías s~ excluyentes entre sí.
  • Debe ofrecer resultados de fiabilidad y validez adecuados; es decir, si el investigador tiene que elegir entre varias técnicas, debe poseer datos sobre la fiabilidad y validez de todas ellas, y por tanto, también del análisis de contenido.
    v Es utilizable sólo dentro de un esquema general de la investigación que se realice en cada caso, y dependerá por tanto del problema y de las hipótesis de dicha investigación.
  • Su aplicación permite transformar un documento en una serie de resultados cuantitativos y numéricos, a partir de los cuales el investigador puede realizar ciertos análisis matemáticos (ya sean estadísticos o no).
  • La finalidad primordial es determinar, de forma no obstrusiva (de hecho es la técnica menos obstrusiva que se conoce), lo que connotan los mensajes, su contenido habitualmente no explícito, las intenciones, deseos y actitudes que se manifiestan en el documento, tomando como base única y exclusivamente al contenido manifiesto del mismo, es decir, si bien sirve para realizar inferencias, éstas sólo se derivan, mediante una serie de reglas, del propio documento.
  • Es una técnica de gran utilidad par el estudio de los procesos de influencia social (ya sea de influencia de los medios de comunicación de masas, de personas relevantes, etc.) y, por lo tanto, en temáticas tales como la comunicación, las actitudes, la publicidad, etc.
    A manera de resumen, por tanto, se define el análisis de contenido como:
    “Una técnica de recogida de información, que debe reunir todos los requisitos científicos necesarios como técnicas de medida, más los que se refieren a un sistema de creación de categorías que, empleado dentro del esquema general de una investigación, obtiene información numérica y cuantificaste a través del contenido manifiesto de un documento, con lo que permite 'descubrir' aspectos del mismo que no figuran en él de manera directa, evitando el problema de la obstrusividad, y que es de gran ayuda para el estudio de todos aquellos procesos en los que está implícita la influencia social”.


Análisis de Contenido: las imágenes
La imagen ha adquirido una trascendencia nunca vista hasta el presente. Y esto es así tal que podríamos hablar de una cultura de la imagen.
Desde los videos clips, los canales de cable, los noticieros internacionales, los espectáculos deportivos, la publicidad y muchas otras actividades humanas, exigen suma pericia en el manejo de la imagen.
Colores, tamaños, movimiento, proporciones, formas, son conceptos que aparecen difusos ante el espectador que desconoce la técnica publicitaria y los métodos desplegados en las imágenes que están en la retina de sus ojos, pero que tienen un poderoso mensaje, un discurso que despliegan en segundos y penetra en la mente. El discurso iconográfico es un nuevo elemento que aparece acompañando al discurso escrito.
En el caso de los libros de texto, que a pesar de los nuevos medios de comunicación continúan siendo el principal medio de acceso al conocimiento escolar, presentan un espacio mucho más amplio para este nuevo discurso.
El análisis de este discurso requiere que se tengan en cuentas las siguientes variables:
- Cantidad de imágenes.
- Tamaño.
- Colores.
- Secuencia lógica: Si están ordenadas o no siguiendo un orden lógico.
- Si están acompañadas de aclaraciones.
- Tipo de imágenes: Fotografías, esquemas, gráficos, etc.
En el caso de los manuales escolares tradicionales, las imágenes eran mas escasas y estaban estrechamente ligadas al discurso escrito, de manera que aparecían como tributarias de este, y no siempre guardaban relación la una con la otra, y cumplían la función de ilustración con una fuerte dependencia del discurso escrito.
Si bien es cierto el texto escrito sigue ocupando el lugar central en el libro cumpliendo las imágenes un papel subsidiario, también es cierto que ellas constituyen un discurso en sí mismas.
El texto escolar a llegado a ser el soporte de ese discurso y se hace necesario analizar que lugar ocupa en ese soporte.
Por un lado tenemos las variables arriba citadas que apuntan a conocer la estructura del discurso iconográfico, y por otro lado, siguiendo una perspectiva subjetivista de la realidad que concibe al lector como un sujeto activo que interpreta y construye el significado de ese discurso, entendemos que el mundo no es explicado por todos de la misma manera ya que varía la construcción que cada uno se halla hecho de el.
Afirmar que existe un discurso de la imagen, implica otorgarle a la imagen la calidad de un lenguaje que se estructura con características y códigos propios y que posee características que la habilitan para representar la realidad.
Así expuesto, las imágenes son susceptibles de interpretación y reconocerían dos fases de análisis:
· Una primera que consiste en un análisis descriptivo del discurso iconográfico, es decir aquel análisis que se hace sobre el soporte que sostiene a las imágenes, es decir en este caso, el libro,
· y una segunda fase de carácter evaluativo que tiene en cuenta la impresión que estas imágenes han tenido sobre el lector. Es decir el sentido que el lector le ha dado a las imágenes.
El discurso iconográfico requiere lectura y análisis, no un análisis como el del lenguaje verbal, sino uno que contemple sus códigos específicos.
El análisis de contenido aparece como una técnica confiable que permite obtener significados de materiales desplegados en un soporte específico, en este caso el libro de texto, ofreciendo un modo de procesar la información y categorizarla en datos analizables.
El análisis de contenido se encuentra en un punto medio entre técnicas cuantitativas y técnicas cualitativas lo que se hace evidente al considerar las cuatro características fundamentales que esta técnica presenta, que son:
· Objetividad: Los resultados pueden ser verificados, por medio de procedimientos de análisis reproductibles
· Sistematicidad: La fijación de criterios previos permite incluir o excluir categorías.
· Contenido manifiesto: Los contenidos permiten observación directa, sin que perturbe la investigación de los contenidos latentes.
· Capacidad de generalización: Permite realizar análisis de datos cuantitativos para probar hipótesis y extraer conclusiones.
Krippendorf ve al análisis de contenido como una técnica adecuada para el análisis social. El análisis de contenido aparece como una técnica adecuada en el campo e las investigaciones sociales cuando la investigación tiene por objetivo el análisis de símbolos, significados y mensajes, las funciones que estos tienen en el ámbito en que se encuentran, y sus efectos.
El citado autor reconoce respecto al mensaje, que nunca hay un solo significado, y que no es necesaria la coincidencia de los significados.
Para Krippendorf, la técnica el análisis de contenido tiene una triple finalidad:
· Prescriptiva: "Guía la conceptuación y el diseño"
· Analítica: "Facilita el examen crítico de los resultados obtenidos por diferentes investigadores"
· Metodológica: "Orienta el desarrollo y perfeccionamiento sistemático del propio método"
De manera que el análisis de contenido se presenta como una técnica versátil que permite la aplicación en diferentes campos como es el campo de investigación social, y también como una técnica equilibrada, ya que se sitúa en un punto intermedio entre las técnicas cualitativas y cuantitativas.


5.- La Encuesta
La encuesta es una técnica destinada a obtener datos de varias personas cuyas opiniones impersonales interesan al investigador. Para ello, a diferencia de la entrevista, se utiliza un listado de preguntas escritas que se entregan a los sujetos, a fin de que las contesten igualmente por escrito. Ese listado se denomina cuestionario.Es impersonal porque el cuestionario no lleve el nombre ni otra identificación de la persona que lo responde, ya que no interesan esos datos. Es una técnica que se puede aplicar a sectores más amplios del universo, de manera mucho más económica que mediante entrevistas. Varios autores llaman cuestionario a la técnica misma. Los mismos u otros, unen en un mismo concepto a la entrevista y al cuestionario, denominándolo encuesta, debido a que en los dos casos se trata de obtener datos de personas que tienen alguna relación con el problema que es materia de investigación.
Riesgos que conlleva la aplicación de cuestionarios
a. La falta de sinceridad en las respuestas (deseo de causar una buena impresión o de disfrazar la realidad).
b. La tendencia a decir "si" a todo.
c. La sospecha de que la información puede revertirse en contra del encuestado, de alguna manera.
d. La falta de comprensión de las preguntas o de algunas palabras.
e. La influencia de la simpatía o la antipatía tanto con respecto al investigador como con respecto al asunto que se investiga.
Tipos de preguntas que pueden plantearse
El investigador debe seleccionar las preguntas más convenientes, de acuerdo con la naturaleza de la investigación y, sobre todo, considerando el nivel de educación de las personas que se van a responder el cuestionario.
1. Clasificación de acuerdo con su forma:
1. Preguntas abiertas
2. Preguntas cerradas
1. Preguntas dicotómicas
2. Preguntas de selección múltiple
1. En abanico
2. De estimación
2. Clasificación de acuerdo con el fondo:
1. Preguntas de hecho
2. Preguntas de acción
3. Preguntas de intención
4. Preguntas de opinión
5. Preguntas índices o preguntas test
La encuesta, una vez confeccionado el cuestionario, no requiere de personal calificado a la hora de hacerla llegar al encuestado. A diferencia de la entrevista la encuesta cuenta con una estructura lógica, rígida, que permanece inalterada a lo largo de todo el proceso investigativo. Las respuestas se escogen de modo especial y se determinan del mismo modo las posibles variantes de respuestas estándares, lo que facilita la evaluación de los resultados por métodos estadísticos.

REFERENCIS BIBLIOGRAFICAS

  • AUBEL, J.: "Guidelines for studies using the group interview technique", OIT, Ginebra, 1993.
  • BIXBY, L.S.: " Grupos focales sobre difusión de la planificación familiar en Costa Rica" Programa Centroamericano de Población. Universidad de Costa Rica

miércoles, 8 de abril de 2009

Harold Dwight Lasswell (1902-1978)

Sociólogo estadounidense. Se dedicó principalmente al estudio de la influencia de los medios de comunicación y de información de masas en el proceso de creación de la opinión pública, un tema clave para la sociología contemporánea en las sociedades industriales y postindustriales.
Nació en Donnellson, Illinois, en 1902, hijo de un pastor protestante. Alumno aventajado de enseñanza secundaria, obtuvo una beca para estudiar sociología en la Universidad de Chicago, donde muy pronto mostró sus especiales dotes para la investigación y obtuvo el título de doctor a los 24 años (1926), con una tesis sobre la propaganda en la Primera Guerra Mundial. Concluida la carrera, viajó a Europa, donde estudió en la London School of Economics y en centros académicos de París, Ginebra y Berlín. En su formación se advierte la influencia, entre otros, de Dewey, Mead, Freud, Havelock. Está considerado como uno de los fundadores de la psicología política. Se inició en la docencia en la Universidad de Chicago, como profesor de ciencia política (1926-1938), antes de trasladarse a la Universidad de Yale y desarrollar otras actividades académicas en el John Jay College de la City University de New York y en la Temple University. Fue director de investigaciones sobre comunicación en tiempo de guerra en la Biblioteca del Congreso norteamericano (1939-45) y trabajó en el Institute for Propaganda Analysis (Instituto para el Análisis de la Propaganda) (1937-41), encargándose de la edición la revista mensual, en la que se recogieron numerosos trabajos de análisis de contenido sobre textos propagandísticos aparecidos en el período de entreguerras mundiales. Perteneció a la prestigiosa Comisión Hutchins (1946), que estudió la libertad de prensa en Estados Unidos y desarrollo la doctrina sobre la responsabilidad social de la prensa. Profesor de la Fundación Ford, concluyó su vida académica como emérito del Bramford College (1970-1976). En este mismo año publicó una obra en 3 volúmenes, junto a Daniel Lerner y Hans Speier, -Propaganda and Communication in World History- (Propaganda y Comunicación en la Historia del Mundo). Su tesis doctoral fue publicada cuando Lasswell contaba 25 años -Propaganda Technique in the World War I -(Técnica de la Propaganda en la Primera Guerra Mundial) (Nueva York, 1927), a la que siguió, en 1930, -Psychopathology and Politics,- (Psicologías y Políticas) donde aplica conceptos de psicología clínica al estudio de los actores políticos, económicos y religiosos. Posteriormente, se centra en la investigación aplicada en los campos de la propaganda política y la comunicación masiva, en los que se centrará buena parte de su muy amplia obra. En 1935, apareció -World Politics and Personal Insecurity y Propaganda and Promotional Activities- en 1936 (Mundo Político e Inseguridad Personal; y la Propaganda y Actividades de Promoción), -Propaganda and Dictatorship-, (La propaganda y la Dictadura) y, dos años después, -Propaganda in the World War- (Propaganda en la Guerra Mundial). Con este libro inicia la investigación con el análisis de las interrelaciones entre audiencias y efectos desde una marcada posición funcionalista. El funcionalismo intenta producir un sistema de conocimiento objetivo que sea capaz de formular condiciones de equilibrio y autorregulación social (homeostasis). Se cree que el funcionamiento propio de una sociedad democrática y su equilibrio se sostiene confiando en las instituciones y la reificación de lo existente como ya dado objetivamente. En las tres premisas siempre hay una parte de la realidad social que queda fuera de campo, ya que el funcionalismo tiende a instrumentalizar a la sociedad. De este modo, el carácter social del sistema institucional queda diluido con su naturalización y los elementos intersubjetivos que tienen que ver con los conflictos sociales. Con esta temática volvería en plena Segunda Guerra Mundial con -Propaganda, Communication and Public Opinión- (Propaganda, Comunicación y Opinión Pública) en (1946).
Su trabajo como investigador y publicista en el análisis de la propaganda, fue en un período marcado por las tensiones mundiales de entreguerras y la preocupación por los efectos de las mediaciones periodísticas en la formación de la opinión pública. Desde esta perspectiva política, que le situó en el núcleo de investigación de la CIA, estudió las relaciones entre persuasión y comunicación. La gran contribución teórica de Lasswell viene dada por la delimitación que hace del campo conceptual y el trazado de los ejes definidores de la acción comunicativa. Cabe destacar que Richard Braddock publicó en 1958 una 'extensión' de esta formula -"An extensión of the Lasswell Formula"-, en la que trata de hallar una interacción entre estas dos partes. Así, cree que la intencionalidad del mensaje es un elemento definidor del mismo, como también las circunstancias en las que éste se produce.
El 'paradigma' o 'fórmula' de Lasswell, a pesar de los años transcurridos y de haber sido superado por visiones analíticas concordantes con un nuevo paisaje histórico y mediático, sigue conservando muchas de aquellas virtudes que permitieron el despegue de los estudios sistemáticos de la Comunicación en Norteamérica, a partir de los modelos sociológicos organicistas y funcionalistas. Así pues los medios de comunicación se convierten en un elemento de equilibrio en la biología social, por lo que el conocimiento de las técnicas persuasivas y de información permitía desplegar con eficacia las funciones inductivas sobre los individuos, creando pautas de conducta, actitudes y comportamientos. Entre las funciones de la comunicación, destaca la de vigilancia y control del entorno, la transmisión de los valores de identidad de una cultura, la cohesión social, etcétera. Entendiendo a la persuasión informativa y la propaganda, no lejos de los ideales de Walter Lippmann, como la inducción de aquellos valores que permiten a los gestores de una sociedad conducir a sus ciudadanos hacia los mejores objetivos de progreso y libertad. Para Lasswell, este proceso de comunicación en la sociedad realiza cuatro funciones: a) vigilancia del entorno, revelando amenazas y oportunidades que afecten a la posición de valor de la comunidad y de las partes que la componen; b) correlación de los componentes de la sociedad en cuanto a dar una respuesta al entorno; c) transmisión del legado social; d) entretenimiento. El ordena, acota y define los grandes espacios de estudio, superando los planteamientos precedentes, pero no llega a establecer las interacciones entre las partes, como por ejemplo entre el emisor (lo denomina 'comunicador') y el receptor, ya que la audiencia aparece aún desdibujada en un todo cuasi uniforme, destinataria de un flujo unidireccional, aunque sí atribuye efectos distintos en función de los medios empleados. Hay en su trabajo numerosas aplicaciones sobre el espacio del '¿qué dice?', esto es, del mensaje, a través de depuradas técnicas de análisis de contenido centradas en los textos propagandísticos del período de entreguerras. También apunta hacia los efectos. A partir de aquí se abre una línea de investigación de los efectos, que tanto vale para estudiar cómo se produce la creación de influencia como para conocer los mecanismos más eficaces para persuadir a través de los medio, aunque se aparta de la contextualización social e histórica en la que aquellos se producen. Influido por las teorías conductistas, Lasswell supera, en buena medida, las posiciones previas sobre la linealidad estímulo-respuesta de la comunicación, conocidas como la 'bullett theory' o teoría de la 'aguja hipodérmica', al tiempo que abre nuevos espacios a la investigación. Esta teoría es altamente reconocida con las siguientes interrogantes. ¿Quién dice qué? ¿A través de qué canal? ¿A quién? ¿Con qué efecto? Son las preguntas según las cuales puede desarrollarse una forma apropiada para describir un acto de comunicación. Permitiendo de esta forma enfocar diferentes tipos de estudio comunicativo: los emisores, aquello por ellos difundido, el contenido de los mensajes, el análisis de los medios, y por supuesto, la incidencia en las audiencias. Es preciso recordar, también, que para Lasswell la comunicación es intencional y con un fin; que los procesos de comunicación de masas son asimétricos entre un emisor activo y una masa pasiva. Contrario a esto, este modelo se convierte en entonces en una disyuntiva: “en efecto, si para la teoría conductista el individuo sometido a los estímulos de la propaganda sólo podía responder sin resistencia, los sucesivos estudios de la “communication research” (investigación de la comunicación) coinciden en explicitar que la influencia de las comunicaciones de masas está mediatizada por las resistencias que los destinatarios ponen en juego de distintas formas. Mas, sin embargo, el paradigma lasswelliano de la comunicación ha logrado proponerse como paradigma para estas dos tendencias opuestas de investigación”. El de Lasswell es el modelo de las preguntas; interrogar es su modo de explicar; o por lo menos de exigir y buscar una explicación. Su reflexión sobre la comunicación, acusada de concentrarse en los efectos es, a la vez, una reflexión amplia que abre caminos hacia el desarrollo de la reflexión e investigación en comunicación. En este caso se trata de propuesta y método en simultaneidad; pregunta y explicación, búsqueda y encuentro.


Bibliografía


  • "El uso de los discursos de los medios de comunicación", a Signa. Revista de la Asociación Española de Semiótica, núm.4, 1995, pp.201-210.

  • Teorías de la comunicación. Ámbitos, métodos y perspectivas Servei de Publicacions de la UAB, Bellaterra (Barcelona) 2001, 235 páginas.
  • Los medios de comunicación ante el terrorismo. Icaria, Barcelona, 1989.
  • La construcción de la noticia. Paidós, Barcelona, 1993.

  • Los modelos de la comunicación. Tecnos, Madrid, 1995.

Autor: Aref Mohammad
C.I.- 7.487.570
Sección: 02

viernes, 3 de abril de 2009

Wilbur Lang Schramm



Wilbur Lang Schramm (1907-1987)



Nació en Marietta, Ohio (Estados Unidos), en el seno de una familia de músicos de origen alemán, que le educó en el Conservatorio de Nueva Inglaterra. Estudió en la Universidad de Harvard y se doctoró en literatura americana en la Universidad de Iowa (1932), centro en el que comenzó como docente en 1934 y llegó a dirigir la Escuela de Periodismo (1943-1947). Director del Instituto de Investigación en Comunicación de la Universidad de Illinois (1947-1995) y decano de los estudios de Comunicación (1950-1955). En 1955 se traslada a la Universidad de Stamford donde dirige el Institute for Communication Research (Instituto de Investigación para la Comunicación). Hasta 1973, año en el que es nombrado profesor emérito. Con posterioridad, dirigió el Instituto de Comunicación de la Universidad de Hawái en Honolulu. Junto con Everett Rogers y Daniel Lerner, Schramm es uno de los teóricos norteamericanos que estudiaron el problema de la comunicación al servicio del desarrollo, ejerciendo una influencia significativa en los foros de la UNESCO y en el discurso de las doctrinas de la comunicación para el desarrollo surgidas en América Latina. Asimismo, con Frederick S. y Theodore Peterson, publicó en 1956 un libro de amplio eco académico -Four Theories of the Press- (Cuatro Teorías de la Prensa), en el que se relacionan sistemas políticos con sistemas de medios y se plantean cuatro modelos de prensa: el autoritario, el liberal, el comunista-soviético y el de responsabilidad social.
El primer modelo, que suele atribuirse a Schramm, fue formulado por el psicolingüística Charles Osgood, compañero de claustro en la Universidad de Illinois, y describe la comunicación como un proceso no direccional, sino más bien circular, donde emisor y receptor aparecen con carácter de simetría teórica, esto es, con capacidad dinámica de interlocución y diálogo -Process and Effects of Mass Communication, 1954- (Proceso y los efectos de la Comunicación de Masas).




Está claro que el modelo piensa en las relaciones interpersonales y no es aplicable directamente a la comunicación masiva. Expresando que la comunicación no se puede comprender como si comenzara en un lugar y terminara en otro. Dicha proposición llevó a comprender la comunicación como un proceso no lineal, a diferencia de la propuesta de Shannon y Weaver, criticada justamente por esto. El centra su atención en la conducta de los actores pero no diferencian sus funciones; por el contrario, plantean que las partes del proceso son iguales y realizan funciones idénticas: la codificación, la decodificación y la interpretación. La acción codificadora equivale a la transmisión y la decodificadora a la recepción; mientras que la interpretación la realizan tanto emisor como receptor. Los autores suponen que la comunicación colectiva es menos circular que la interpersonal y que su debilidad se encuentra en la relativa dificultad del feedback.


Las empresas informativas deducen que la inconformidad del público se expresa en cambiar el canal o en dejar de comprar el periódico o medio impreso. Según este modelo, el medio o empresa informativa realiza las mismas funciones comunicativas de los sujetos: codificar, interpretar, decodificar, las que, su vez, se conforman de varios subprocesos complejos, por tratarse de la integración de funciones de personas diferentes. Estas funciones son realizadas por los periodistas o redactores que, según la escala de decisión, determinarán finalmente lo que se publica. La audiencia está conformada por individuos que pertenecen a grupos primarios o secundarios, lo que, a su vez, según su interés, los convierte en multiplicadores de la información recibida de los medios. Desde esta perspectiva, la información de los medios produce sus efectos más importantes a través de los individuos multiplicadores y su influencia personal en los grupos.
Para Schramm, la comunicación es un proceso determinado por compartir, es decir, por establecer relaciones entre personas que tengan en común tres componentes como mínimo, tales componentes son: la fuente (puede ser una persona, una cadena de televisión, un medio impreso,...), el mensaje (verbal o no verbal; diferentes formas de expresión) y el destino (la persona que escucha o recibe el mensaje).
Al desarrollar la sustanciación de su modelo Schramm se pregunta: ¿Qué podemos decir sobre los efectos de estos mensajes de comunicación colectiva? Y plantea: “Entre otras cosas, la comunicación colectiva tiene un efecto penetrante porque en muchos aspectos, se ha encargado de la función comunicación entre la sociedad. Nuestra sociedad, como cualquier otra unidad informativa, funciona como descifrador-perceptor, intérprete o cifrador-comunicador. Descifra nuestro ambiente, observa el horizonte para ver si hay peligro, promesa o entretenimiento. Luego actúa para interpretar lo que ha percibido, llega al consenso de la opinión para poner en práctica normas, mantener en marcha las interacciones ordinarias de la vida de la comunidad, y ayuda a sus miembros a gozar de la vida”
Para Schramm no es posible predecir el efecto de la comunicación en el público perceptor como colectividad; pero sí puede predecirse el efecto en los individuos. Según su idea, y para el momento en el cual plantea su propuesta, las organizaciones han perfeccionado el proceso de emisión de información para grupos. Siendo así, para tratar de hacer predicciones el teórico plantea la necesidad de hacerlas tratando de predecir el efecto en función de la interacción del mensaje en el individuo, la situación, la personalidad y finalmente en el grupo mismo.
El modelo de Schramm, presenta una serie de ventajas en el análisis del proceso comunicativo:
· Es un modelo en el que la comunicación es una interacción entre fuente y destino.
· La codificación del mensaje se efectúa en relación no sólo a un elemento sino a una pluralidad de códigos que interaccionan en el proceso comunicador.
Al igual que aparecen una serie de ventajas en el modelo de Schramm, también aparecen una serie de inconvenientes:
· Se reconoce que el emisor no sólo tiene la capacidad de transmitir información, sino que va más allá y el proceso de producción de mensajes sigue siendo una caja negra.
· Se reconoce que cada medio de comunicación aporta características específicas al proceso de comunicación.



Bibliografía



· Wilbur Schramm. “Mecanismo de la Comunicación”. En Proceso y Efectos de la Comunicación Humana. Schramm, Wilbur, Compilador. Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo Para América Latina -CIESPAL. -. # 55. Quito. 1969. Pág. 19.
· Teoría de la comunicación y la información (en colaboración con Anna Estrada Alsina) [CD ROM]. Editorial Universidad Oberta de Catalunya, Barcelona, 2003.
Autor: Aref Mohammad
C.I.- 7.487.570
Sección: 02